Oso pardo, un tesoro que preservar

Oso pardo en su hábitat natural. Cordillera Cantábrica ©Andoni Canela 

 

Oso pardo en su hábitat natural. Cordillera Cantábrica ©Andoni Canela

En estos días de enero la mayoría de los osos pardos estarán a resguardo en sus oseras preparadas para pasar el invierno. Pero también puede ser el momento ideal para que seamos conscientes de la gran riqueza y el privilegio que tenemos en contar con esta especie, la más emblemática de la Cordillera Cantábrica y una de las especies más importantes de la gran fauna europea. Se trata de un animal omnívoro aunque en la península su dieta es básicamente vegetariana y frugívora. Considerado en peligro de extinción, sólo habitan en la Cordillera Cantábrica unos 170 ejemplares, separados en dos poblaciones, una entre los límites montañosos de Asturias y León y la otra entre Palencia y Cantabria. Otros 25 más viven en el Pirineo (8 de ellos reintroducidos) desde el valle de Roncal, en Navarra, hasta la Cerdaña francesa.