Una mujer, casada, con una edad media de 59 años, hija de la persona enferma y con un empleo fuera del hogar. Este es el perfil del cuidador de los enfermos de Alzheimer en España, que ha quedado dibujado por uno de los trabajos finalistas de los Premios Caja Madrid de Investigación Social 2009.
El estudio, realizado por la Fundación Alzheimer España, pone de manifiesto que la persona que se normalmente se encarga de la atención diaria de un afectado con esta dolencia coincide con el perfil mayoritario en la asistencia a las personas con dependencia, es decir, tiene nombre de mujer.
Este trabajo también revela cuáles son las inquietudes del cuidador y, curiosamente, concluye que los trastornos del comportamiento que sufren los afectos de Alzheimer, como apatía y ansiedad, entre otros, tienen un impacto mayor que los de pérdida de memoria en la sobrecarga del ‘asistente familiar’.
En virtud de este análisis, realizado a un total de 1.201 cuidadores, los trastornos de conducta más frecuentes en estos enfermos son la apatía, entre los más mayores, y la irritabilidad, entre los más jóvenes. A estos problemas les siguen la ansiedad y las alteraciones del sueño.
El trabajo indica también que el 32,5% de los cuidadores de personas con Alzheimer se ha planteado alguna vez la posibilidad de ingresar a sus familiares en una residencia, precisamente, por los trastornos de conducta que sufren los enfermos.