ONG: 8 ideas que desarrollar en las redes sociales

No nos cansamos de hablar de los factores y las claves que debemos de tener en cuenta una vez tengamos la  «identidad online» de nuestra organización; de la estrategia que tendremos que planificar dependiendo de nuestros objetivos, nuestro tiempo, nuestros recursos, etc…

Hoy queremos compartir con tod@s vosotr@s las ideas que Sara Martín y Mauro Xesteira, co-fundadores de Milton Factory, expusieron en una ponencia dirigida a voluntarios organizada por Cruz Roja de la Comunidad de Madrid. Nos resultó muy interesante ¡A ver qué os parece!

De una manera sencillísima resumieron los 8 «quehaceres» en las redes sociales:

1.- Escuchar

Las redes sociales, al ser un espacio en el que se producen millones de interacciones entre personas, suponen para las ONGs valiosas fuentes de información que les permiten, entre otras cosas, detectar necesidades reales de colectivos específicos.

No obstante, debido a la actual situación de sobrecarga informativa  en el ámbito digital, es imprescindible establecer una serie de filtros sobre los contenidos generados en los social media, a través de programas cliente como HootSuite o TweetDeck. Gracias a estas herramientas de gestión de perfiles en redes sociales, las ONGs pueden monitorizar determinadas cuentas y establecer patrones de búsqueda con el fin de localizar personas que puedan necesitar su ayuda.

2.- Contar historias y compartir experiencias (dejando las notas de prensa para los canales tradicionales)

Aunque casi todas las ONGs, sobre todo las más veteranas, se desenvuelven perfectamente en el campo de la comunicación institucional y las relaciones con los medios tradicionales, muchas de ellas no tienen claro cómo pueden utilizar los nuevos canales de comunicación para llegar a sus públicos objetivo.

Las redes sociales son un ámbito en el que las personas comparten sus inquietudes, ilusiones y pensamientos, interactuando tanto con amigos como con personas totalmente desconocidas. De este modo, las ONGs deberían utilizar las redes sociales para compartir con el resto de la sociedad sus metas, logros y anhelos a través de pequeñas historias, dejando las notas de prensa para los medios de comunicación tradicionales.

3.- Conversar , transmitiendo confianza y cercanía

Es un hecho que, en la actualidad, la ciudadanía confía cada vez menos en las administraciones públicas, las organizaciones (incluyendo, por desgracia, las ONGs) y los medios de comunicación tradicionales.

En este contexto, las organizaciones no gubernamentales tienen una oportunidad de oro para aprovechar el grado de cercanía que ofrecen las redes sociales y, así, recuperar la confianza de muchos de los ciudadanos que han dejado de creer en su valiosa labor social.

4.- Apoyar otras causas justas, además de las propias

Hasta hace bien poco, la mayoría de las acciones reivindicativas o de protesta estaban promovidas, fundamentalmente, por sindicatos y ONGs. No obstante, desde hace ya algún tiempo ha quedado demostrado que los movimientos ciudadanos (algunos de tanta relevancia mediática como Occupy Wall Street o el #15M) pueden ser puestos en marcha y promovidos por personas anónimas, sin la asistencia de ningún tipo de organización o asociación.

Pero esto no quiere decir que las organizaciones no gubernamentales hayan perdido su rol como catalizadores o dinamizadores de los movimientos de protesta que surgen frente a situaciones injustas. Es más, gracias a las redes sociales, las ONGs pueden jugar un inestimable papel actuando como “altavoz” de todo tipo de causas, además de las propias (siempre que este apoyo no entre en conflicto con sus principios, valores o normativa interna). De este modo, gracias a la ayuda de las organizaciones no gubernamentales, los colectivos más necesitados pueden hacer llegar su voz mucho más lejos.

5.- Involucrar a los voluntarios en la utilización de los medios sociales

Dado que los voluntarios son personas especialmente comprometidas e identificadas con las organizaciones con las que colaboran (actuando, en muchas ocasiones, como prescriptores), deben ser uno de los pilares de la estrategia de comunicación de las ONGs en las redes sociales.

6.- Formar, tanto a trabajadores como a voluntarios, en la utilización de los social media

El nivel de formación está directamente relacionado con el éxito en las acciones de comunicación. No obstante, para interactuar de forma eficaz en los social media, es necesario ir más allá del conocimiento de las diferentes plataformas y herramientas (como Twitter, Facebook, Hootsuite o TweetDeck) y adquirir una serie de destrezas básicas que sirvan, entre otras cosas, para evitar las meteduras de pata en los medios sociales o gestionar, de forma correcta, las situaciones de crisis en entornos online.

7.- Movilizar y organizar a los voluntarios en las redes sociales

Los movimientos ciudadanos como el #15M han demostrado la enorme eficacia de la utilización de las redes sociales en la movilización de personas. Por este motivo, las ONGs deberían ir más allá de la utilización del email y el teléfono a la hora de organizar y congregar a sus voluntarios ya que, a diferencia de otros canales de comunicación, los social media permiten la transmisión y compartición de información de forma inmediata, masiva y con un coste muy bajo.

Por otro lado, las redes sociales (tanto públicas como aquellas de acceso restringido) permiten realizar llamamientos y organizar actividades dentro de un entorno flexible, en el que los usuarios pueden participar aportando sus ideas y opiniones.

8.- Unificar la presencia en redes sociales y establecer una estrategia común

Para aprovechar al máximo todas las ventajas de las redes sociales, las ONGs deben contar con un manual de uso y estilo en los social media, de la misma manera que muchas de ellas tienen un manual de identidad visual corporativa.

En este documento se deberían recoger, además de todo tipo de aspectos técnicos y metodológicos, una serie de pautas y directrices para que tanto los trabajadores como los voluntarios de la ONG interactúen eficientemente en las redes sociales.

Por último, la creación de un manual de uso en los social media debería estar integrada dentro de un plan estratégico que contemplase aspectos tan importantes como la determinación de los objetivos que persigue la ONG con su actividad en las redes sociales o el protocolo y pasos a seguir en situaciones de crisis online.