Historias de libertad desde la cárcel

Foto: Plataforma Editorial
Foto: Plataforma Editorial

Mariano, David, Nacho, Ángel, Ana, Pedro, Lázaro, Giuseppe, Andrés y Agustina protagonizan diez historias de libertad desde la propia cárcel. Son reclusos, sí; y están en prisión, pero no en una como tantas otras sino en una muy ‘especial’, la que se ha conocido como ‘el milagro de Villabona’.

Hablamos de la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) del centro penitenciario de Villabona (Asturias), una alternativa a la cárcel tradicional en la que los internos ingresan tras firmar un contrato voluntario y se mueven con libertad dentro del espacio destinado a los funcionarios. Una unidad -en la que no hay guardianes, sino compañeros- que cuenta con destacados índices de reinserción, lo que ha llevado a exportar su modelo a otras prisiones españolas.

La eficacia de la UTE, avalada por los testimonios de diez de sus beneficiarios y protagonistas, está recogida en el libro ‘La libertad está dentro. Historias desde la cárcel’ (Plataforma editorial), cuya autora es la responsable de Comunicación de la Fiscalía Superior del Principado de Asturias, Idoya Ronzón.

 

“Los diez ‘guionistas’ han sabido desnudarse, hablar sin tapujos, algunos de ellos sin poder reprimir las lágrimas, para mostrar el trabajo que ha hecho con ellos la UTE. Diez historias entre las más de 500 que forman parte de ella”,

destaca la autora.

La UTE, liderada por el educador Faustino García y la trabajadora social Begoña Longoria, es un módulo dentro de la cárcel asturiana de Villabona en la que los internos, tras firmar voluntariamente un contrato terapéutico, se comprometen a no tomar drogas ni ejercer violencia alguna y a seguir un programa formativo. Según resalta el periodista Luis del Olmo, que prologa el libro, “aquí la represión se cambia por formación”:

“En la UTE no se ordena, no se manda, no se obliga. Todos son voluntarios tanto los presos como los funcionarios, que no son simplemente guardianes sino educadores. Los presos no los ven como enemigos sino como compañeros en los que confían y de los que han aprendido a recibir respeto… Éste es precisamente el gran cambio, el germen de un nuevo comienzo”.

“Escribir sobre UTE de Villabona es escribir sobre el éxito -añade-. Sobre el éxito de un grupo de personas que han sabido encarrilar una parte de nuestra sociedad que no tenía cabida entre las leyes de la convivencia, y que hoy día, gracias al esfuerzo, al trabajo y a la capacidad de compartir, se pueden contar por centenares”.

Y es que la UTE ha conseguido rebajar de una manera considerable los índices de reincidencia con respecto al sistema de prisión tradicional. Así lo resalta en el prefacio del libro el ex presidente del Principado de Asturias Pedro de Silva, quien considera que no le quedaría grande el Premio Nobel ya que allí «los propios presos fabrican células de paz”.

La propia autora es consciente de que es posible que alguno de sus protagonistas recaiga cuando salga al exterior, pero insiste en que:

“todos ellos tienen hoy entre sus manos la más poderosa de las armas: la conciencia, algo que ni siquiera antes sabían que existía”.

El fin de toda cárcel es la reinserción del interno, pero habría que plantearse si el modelo que se sigue es el adecuado para conseguirlo. Como dice Luis del Olmo:

“Los centros penitenciarios no pueden ser vistos como un almacenaje de residuos sociales. Es cierto que las penas están para cumplirse, pero es necesario que sepamos ver el origen de la delincuencia para saber cómo erradicarla”.

De ahí, la eficacia de la UTE.